Cuando se nombra
Amsterdam, un disparador en la cabeza hace asimilar esa
ciudad con el
Distrito Rojo (o Zona Roja), junto con otros condimentos liberales que fueron surgiendo con los años. Lo cierto es que la capital holandesa es una de las ciudades más bellas de toda
Europa y no sólo debe ser conocida por la prostitución legal, sino también por la gran cantidad de atractivos que ofrece para
vacacionar en familia.

Fundada en 1275 por un grupo de pescadores, esta urbe ha progresado significativamente a lo largo de los años y se convirtió en uno de los
centros culturales/
financieros más poderosos de su
país y de todo el mundo. Muchas de las empresas más reconocidas mundialmente surgieron en Ámsterdam, transformando a la ciudad en una potencia económica dentro del territorio holandés.
El clima de la ciudad es bastante raro, por decirlo de alguna manera. Se lo podría considerar como moderado. Los veranos suelen ser extremadamente agobiantes, a pesar de que muy rara vez el termómetro llega a los 30 grados de temperatura, y esto se debe a que la ciudad está sometida a una humedad casi constante. Durante el invierno se puede pasar por etapas muy frías, aunque no son constantes y siempre se soportan sin mayores inconvenientes.
En cuanto a
lugares de interés turístico, Ámsterdam posee una variedad muy importante de
museos y demás ofertas culturales. No te puedes perder las visitas al
Rijksmuseum, al Museo de la Casa Rembrandt, al Museo Van Gogh o al Stedelijk Museum. Uno de los sitios más visitados por los
viajeros que llegan a esta ciudad es la
casa de Ana Frank, aquella niña judía que se escondió junto a su familia para evitar la captura por parte de las fuerzas Nazis y que escribió sus vivencias en un diario personal que cobró popularidad tras su publicación.
Si eres amante de las plantas y la
vegetación, tienes una cita obligada con el
Hortus Botanicus, un bello
jardín botánico que se mantiene en funcionamiento desde que abrió sus puertas en el año 1660.
Para todos aquellos que quieran conocer el ambiente exótico de Ámsterdam, pueden visitar el mundialmente famoso Distrito Rojo, donde se ejerce la
prostitución legalmente y las mujeres se ofrecen a través de vitrinas que dan hacia una especie de paseo peatonal.

En cuanto al transporte, la capital holandesa cuenta con diversos medios como el tren, que conecta la metrópoli con las principales ciudades de Europa, metro, tranvía, autobuses urbanos e interurbanos y líneas de
ferrys para trasladarse por las aguas de la costa. Además, Ámsterdam está plagada de bicicletas, ya que desde el gobierno se alienta al uso de este medio de transporte para evitar el caos de congestionamiento de tránsito y para preservar el buen estado de salud de sus usuarios.
La
gastronomía de Ámsterdam (y de toda Holanda en general), es fantástica. Gran parte de los platos que se preparan utilizan ingredientes como
papas, pan, mariscos, carnes y verduras. En el territorio de los
Países Bajos, las costumbres de alimentación no son muy similares a las del resto del mundo.
Por ejemplo, a la hora del desayuno es muy común tomar un chocolate caliente acompañado de algún plato bien proteínico. El almuerzo es la comida más liviana de la jornada y se compone generalmente por distintas variedades de bocadillos. La cena es la comida principal, la más abundante y la más “potente”, ya que se sirven platos preparados con arroz, legumbres, pescado o carnes rojas. Es muy tradicional comer durante la noche un plato con muchas calorías (como guisos o estofados), sobre todo en la época invernal.
Anímate y ven a conocer Amsterdam. Es un lugar fantástico, muy abierto culturalmente, sin prejuicios, con atracciones para toda la familia, con paseos culturales muy didácticos y de excelente nivel. La hermosura y el exotismo de esta ciudad es casi inigualable, y lo mejor es la amabilidad de los ciudadanos, que siempre lo recibirán con una sonrisa.